miércoles, 5 de julio de 2017

Desboque


De aquello que es invisible y no te puedo decir, aquello que siento y no se como expresar, es eso que me quema y abrasa en un fuego eterno, la inacabable soledad y el vacío infinito que no me deja ser, sino que me lleva al fondo del abismo.

Dame tu mano, sé mi luz, sé el faro que a puerto seguro me deje llegar, donde podré por fin reposar mi cabeza en un regazo suave y tibio y una mano tersa jugará con mi cabello y mis ojos podrán por fin cerrarse a la sensación eterna de la nada, nada que no me deja ser, nada que me ata y me ahoga.

Deja de ser una promesa, transformate en realidad perenne que me envuelve en sus alas llenas de calor, que me alejan del frío cruel de la humanidad.

Llevate mis tinieblas, acerca a mí la copa con vino, de color carmesí y dulce aroma, que por mi garganta se desliza de forma rauda pero suave, me cambia la realidad, me libera y rompe aquello que me ata y oprime.

Bajo la luna azul te propongo dejar correr la vida, que fluyan lágrimas y que las vidas separadas sean una, no distinta al cielo y las estrellas, no distinta al Sol y la Tierra, en un abrazo sin fin, seremos lo que queramos y aquello que el destino nos marque, no contra voluntad sino con entrega infinita

lunes, 25 de abril de 2016

Esa tarde de truenganos y fusinganos


Después de la decepción de San Francis quedé hecho una piltrafa emocional, como dije la bici terminó en la tienda de empeño. Luego me sentí perro ya que experimenté un sentimiento de traición a una amiga que no tenía culpa de nada, también me mortificaba la sensación de ser un falso que solo se motivó a hacer ejercicio y verse bien por motivos banales. Luego regresaría por la bici, pero no por el momento.

A pesar de lo ahuevado que me sentí, decidí al menos comer mejor, total, ya había logrado algún benefició y me dije -- diay mae, hay que cuidarse, toda vez que no sos un carajillo --. Así que la pizza y el chifrijo se volvieron delicatessen de eventos ocasionales.

También regresé a la U a estudiar, la verdad es que la vara de estar solo en la casa no me gustó tanto como yo pensé, así que me matriculé en una maestría. Entonces ya tenía algo que hacer, pero antes de caer en el mismo error que con la bici me aseguré que realmente me gustará el plan de estudios y que fuera de provecho. Y allí estaba yo nuevamente en el aula. Por lo menos los compañeros no eran unos guilillas, sino gente que sabe lo que quiere y no va a perder el tiempo.

El caso es que tenía que ir a cada rato a la biblioteca, sobre todo los sábados porque entre semana no se puede, o breteaba o estudiaba, por dicha el trabajo es de lunes a viernes. Y un sábado de los tantos me deje llegar temprano -- vi a SF en bici, acompañada de HP--- y me puse a leer un libro y a escribir un reporte. Cuando salí a las 3 y tantas de la tarde el cielo se había abierto, solo faltaba que pasará Noe frente a la biblioteca y me recogiera. La cantidad de agua era increíble, así que no tocaba otra que esperar.

El frío llegaba a los huesos y los rayos iluminaban el cielo a cada rato, uno cayó cerca, tanto que el trueno llego casi de inmediato, se oyeron gritos adentro, la luz se fue, en fin aquello fue el caos. A los cinco minutos la gente empezó a salir, por dicha yo había salido antes.

Me fui a la parte atrás, allí hay unos "pollos" bajo techo y me senté, a mi lado estaba una muchacha de pelo corto, lleno de colochos, vestía una blusa blanca de lana de manga larga, un saco color café, jeans y botas, era una visión. No pude dejar de verla, y quería hablarle, pero me daba pena y temor de que hubiera otro HP por allí, ¿esperaba ella a alguien?

Sin pensarlo mucho saqué un libro del maletin y me puse a hacer que leía, la verdad era que de reojo la miraba, su piel era blanca, con alguna que otra peca, en un momento se volvió a verme y me sonrío, yo como el más bobo solo pude regresar la sonrisa y volver a meterme en el libro.

No se movía, salvo para ver el celular, a lo mejor esperaba un mensaje o veía la hora. Dios, ¿que hacer, me paro y me voy o me le arrimó? y si lo hago que le digo.

La lluvia no cesaba, más bien aumentaba, un nuevo rayo cercano y esta vez el grito fue suyo.

-- Disculpe, ¿esta usted bien? --- Benditos rayos ---.

-- ¡Hay que pena! No se preocupe, es que me asustan los rayos tremendamente y yo aquí.

-- ¿Mejor se va a otro lado, la cosa no parece mejorar?

-- Ojala pudiera, pero estoy esperando a alguien y no ha llegado, es más no creo que llegue ya, pero con esta lluvia tampoco quiero mojarme, no hay paraguas que aguante.

-- Sí, yo estoy en las mismas.

-- ¿Espera a alguien?

-- ¿Quien, yo? No, para nada es que no quiero llegar a mi casa mojado.

Hablamos del clima, de la U, de la vida, del sapo y la culebra. Los minutos fueron horas. La lluvia se fue, pero nosotros quedamos.

Cuando el tiempo lo permitió, caminamos a su carro, y luego yo al mío, y cuando los días del calendario marcaron otra vez sábado, yo la esperé para un café y luego ella me esperó para una cena.

¿A quien esperaba ella?, no lo sé, pero le doy gracias por no haber llegado, por ser el incumplido que ella mencionó.

¿Y la bici?,,, luego les cuento.

viernes, 31 de julio de 2015

Al natural


Al natural tu piel hace contacto con la mía, sin mayor temor nos acercamos, nos vamos sintiendo en cada centímetro de nuestro ser. Cada respiración se confunde, los latidos se unen.

Al natural recorro tu cuerpo con mi vista, con mis manos, tus ojos se posan en mi, me cazan, me persiguen, me invitan. Cada instante parece detenerse, cada suspiro brama con la fuerza del mar cabrio. 

Al natural tu y yo, sobre la tierra caliente aun por El Sol que saca de ella la vida y la esperanza, que arranca la pasión de dos seres que quieren estar enfrascados en una batalla de manos entrelazadas.

Al natural el fuego de mi interior quiere surgir para envolverte, para acompañarte en tu pasión, compitiendo contra toda tu fuerza vital que me quiere someter, que me quiere aprisionar.

Al natural tu y yo disfrutamos de la brisa bajo la luna azul, solo nuestra piel es nuestro abrigo, sola la tierra nuestra cama y solo las estrellas las testigos.

jueves, 30 de julio de 2015

Al atardecer
Se va el día y la noche aún no hace su entrada, es la hora mágica en que las aves regresan a sus nidos, en que el Sol llena de fuego el horizonte para decirnos hasta pronto.

Durante unos instantes el mundo se detiene, los problemas desaparecen, al llegar la noche tendré otra máscara, con las estrellas en mi espalda me transformaré en bohemio, seré alegría, seré tristeza, será canto y seré llanto.
 
Todos corren, ya nadie habla, sin destino fijo,
navegan para llegar a buen puerto hasta el día siguiente.

Llegan las estrellas que nos guiñan desde mundos recónditos,
la luna sonríe y será la cómplice de muchos desvaríos, testigo de besos y de lágrimas.

Se va el día y muchas vidas con él se irán y otras tantas llegarán, pero sin importar cuando o porque mañana, el Sol va a regresar.

jueves, 16 de julio de 2015

Recuerdo de una noche

Te recuerdo en mis abrazos, te recuerdo corriendo por mi piel como corre el agua cuando se desborda de sus cadenas, con rabia, con fuerza.

Te recuerdo encendiendo mis entrañas, llevándome a un lugar del que no quiero regresar, aquel lugar donde fuimos uno, en donde yo fui mujer y tu hombre.

Te recuerdo con las estrellas a tu espalda, te recuerdo con la hierba siendo la alfombra de nuestros cuerpos y el cielo cobijando nuestros deseos.

Te recuerdo con tu respiración agitada y mi frente sudorosa, con las manos entrelazadas, apretando fuertemente en una lucha sin cuartel.

Te recuerdo en aquella noche en que de una forma única fuimos lo que quisimos ser, sin temor, sin restricción.

jueves, 14 de agosto de 2014

Esa flor hermosa

Me diste la luz del mundo,
me diste el aliento, el calor de tus
entrañas.

Estuviste en mi primera visión
de una mujer, plena, fuerte y hermosa.

Me llevaste a dar mis primeros pasos,
me diste alimento de tu ser, de tu corazón
el amor, de tu alma la sabiduría.

Me enseñaste sobre lo bello y lo feo,
la diferencia entre el día y la noche,
fuiste la flor que siempre adornó mi jardín.


Fuiste la rosa de dulce aroma, de suave
tersura, fuiste mi amiga, mi compañera de
juegos.

Te extraño desde tu partida,
mis labios lloran no poder besarte,
mis ojos son ciegos sin tu imagen en
ellos.

Espero que pronto la vida nos
permita volvernos a ver, volvernos
abrazar.

Mientras en mi ser, en mi pecho, en mi mente
tu recuerdo habita, tu aroma persiste, tus manos
me abrazan.

domingo, 10 de agosto de 2014

El reino de lo imposible

En el reino de lo imposible, mis anhelos se convierten en realidad,
el tiempo corre a paso lento y camina con premura.

En el reino de lo imposible mi vida es plena, es hermosa, no existe calor,
no existe el frío, la luz es eterna, vigilada por la luna, celado por las estrellas.

El reino de lo imposible se abre cada noche, allí mis problemas no existen,
en el reino de los sueños soy feliz, soy libre y cabalgo de cara al sol.

En el reino de lo imposible hallo aquello que espero, y no espero lo que es realidad, puedo volar, puedo llorar, puedo reír.

En el reino de lo imposible he de vivir, quiero morar y allí quiero morir.