Me encuentro sentado al lado de la ventana,
la lluvia cae afuera, apenas para apagar el intenso
calor, un calor que sabe a pasión tropical, un calor que
se observa en la piel morena de quienes caminan en calle.
Lejos de mi hogar, a una jornada de distancia mi
corazón late por tu ausencia, mis sentidos te reclaman,
mi piel te añora.
Cada momento se hace más largo, cada segundo se
duplica, porque cada vez esta más cerca el momento
del regreso.
Sentado al lado de la ventana, la lluvia
apaga el fuego de la tierra y el mar, ese
fuego que calienta y que da vida pero que
también quita la paz, un fuego que forja
en mi espíritu la voluntad de dar un paso más.
Lejos de mi hogar, a una jornada de distancia,
mi alma anhela a la familia, al calor del abrazo a
la pasión del beso.
Cada momento, cada respiración parece la última,
pero solo me acerca más al momento del retorno.
Sentado al lado de la venta, espero ....
la lluvia cae afuera, apenas para apagar el intenso
calor, un calor que sabe a pasión tropical, un calor que
se observa en la piel morena de quienes caminan en calle.
Lejos de mi hogar, a una jornada de distancia mi
corazón late por tu ausencia, mis sentidos te reclaman,
mi piel te añora.
Cada momento se hace más largo, cada segundo se
duplica, porque cada vez esta más cerca el momento
del regreso.
Sentado al lado de la ventana, la lluvia
apaga el fuego de la tierra y el mar, ese
fuego que calienta y que da vida pero que
también quita la paz, un fuego que forja
en mi espíritu la voluntad de dar un paso más.
Lejos de mi hogar, a una jornada de distancia,
mi alma anhela a la familia, al calor del abrazo a
la pasión del beso.
Cada momento, cada respiración parece la última,
pero solo me acerca más al momento del retorno.
Sentado al lado de la venta, espero ....