jueves, 14 de agosto de 2014

Esa flor hermosa

Me diste la luz del mundo,
me diste el aliento, el calor de tus
entrañas.

Estuviste en mi primera visión
de una mujer, plena, fuerte y hermosa.

Me llevaste a dar mis primeros pasos,
me diste alimento de tu ser, de tu corazón
el amor, de tu alma la sabiduría.

Me enseñaste sobre lo bello y lo feo,
la diferencia entre el día y la noche,
fuiste la flor que siempre adornó mi jardín.


Fuiste la rosa de dulce aroma, de suave
tersura, fuiste mi amiga, mi compañera de
juegos.

Te extraño desde tu partida,
mis labios lloran no poder besarte,
mis ojos son ciegos sin tu imagen en
ellos.

Espero que pronto la vida nos
permita volvernos a ver, volvernos
abrazar.

Mientras en mi ser, en mi pecho, en mi mente
tu recuerdo habita, tu aroma persiste, tus manos
me abrazan.