Dios dijo quiero crear la vida,
quiero crear el cielo, la tierra y los océanos.
Dios creó a las plantas con amor, a los animales con amor,
creó el universo, las estrella, creó el polvo primigenio para darnos
vida, para darnos el soplo divino.
Luego en su infinito amor y emocionado empezó a llorar
y cada lágrima que brotaba de sus ojos era cada una de las
almas de que desde entonces han habitado el universo,
tan vasto como su amor mismo.
Hoy Dios sigue llorando, tu eres una lágrima de Dios,
cuidate, amate, formate, eres un alma valiosa, más que
la perla más apreciada, más que la vida misma.