miércoles, 5 de julio de 2017

Desboque


De aquello que es invisible y no te puedo decir, aquello que siento y no se como expresar, es eso que me quema y abrasa en un fuego eterno, la inacabable soledad y el vacío infinito que no me deja ser, sino que me lleva al fondo del abismo.

Dame tu mano, sé mi luz, sé el faro que a puerto seguro me deje llegar, donde podré por fin reposar mi cabeza en un regazo suave y tibio y una mano tersa jugará con mi cabello y mis ojos podrán por fin cerrarse a la sensación eterna de la nada, nada que no me deja ser, nada que me ata y me ahoga.

Deja de ser una promesa, transformate en realidad perenne que me envuelve en sus alas llenas de calor, que me alejan del frío cruel de la humanidad.

Llevate mis tinieblas, acerca a mí la copa con vino, de color carmesí y dulce aroma, que por mi garganta se desliza de forma rauda pero suave, me cambia la realidad, me libera y rompe aquello que me ata y oprime.

Bajo la luna azul te propongo dejar correr la vida, que fluyan lágrimas y que las vidas separadas sean una, no distinta al cielo y las estrellas, no distinta al Sol y la Tierra, en un abrazo sin fin, seremos lo que queramos y aquello que el destino nos marque, no contra voluntad sino con entrega infinita

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