jueves, 30 de julio de 2015

Al atardecer
Se va el día y la noche aún no hace su entrada, es la hora mágica en que las aves regresan a sus nidos, en que el Sol llena de fuego el horizonte para decirnos hasta pronto.

Durante unos instantes el mundo se detiene, los problemas desaparecen, al llegar la noche tendré otra máscara, con las estrellas en mi espalda me transformaré en bohemio, seré alegría, seré tristeza, será canto y seré llanto.
 
Todos corren, ya nadie habla, sin destino fijo,
navegan para llegar a buen puerto hasta el día siguiente.

Llegan las estrellas que nos guiñan desde mundos recónditos,
la luna sonríe y será la cómplice de muchos desvaríos, testigo de besos y de lágrimas.

Se va el día y muchas vidas con él se irán y otras tantas llegarán, pero sin importar cuando o porque mañana, el Sol va a regresar.

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