jueves, 29 de abril de 2010

Nuestra alma

La belleza de una persona es su ser interior,

sin importar lo que habite en esta persona,

es en su interior donde hábita el alma, la cual

nace del alma suprema.


Su alma es un punto luminoso en el Universo,

es una con él y es una con el Alma Suprema.


Dañar, corromper y destruir el alma de una

persona es el mayor de los pecados que se

pueden cometer.


Todos somos únicos, valiosos e irrepetibles,

por lo que al nacer venimos llenos de pureza,

lamentablemente luego nos vamos volviendo

viles y vanos, manchamos el alma y no dejamos

que la luz de esta brille.


Recordemos esto cada vez que veamos a una

persona y queramos juzgarla, ella al igual que

nosotros fue creada pura y libre y a su muerte

ha de regresar a ese estado.


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