El caminante atravesó por fin el puente,
su último paso dio, con temor y decisión,
avanzó el tramo final.
Por fin tuvo animo, por fin tuvo fuerza,
de la pesadilla despertó, a la realidad
abrió sus ojos, en su piel el aire sintió.
El caminante por fin avanzó, se
reinvento, murió al ayer, murió al
pasado.
En el ayer dejo olvidado todo,
ya no existe, nunca existió, de su
vida lo borró.
Solo el susurro de un dolor,
solo el murmullo de el alma
gimiendo, moribunda que
pronto será acallada.
Por fin se decidió, tarea por
demás titánica, con la fuerza
de Cronos y la voluntad de Zeus.
Por fin el caminante avanzó,
por fin el paso dio.
El caminante avanzo,
pero precio fue alto, pago
con lo más valioso que tenía.
Hoy el caminante ya no ama más,
hoy al final del puente yace caído,
yace inerte, por fin el paso dado,
libre lo hace, pero siempre la
libertad tiene precio.
El gustoso pagó el precio, gustoso,
se libera, hoy en mortal libertad el
caminante sonríe al azul del cielo,
yaciendo sobre las puntiagudas piedras
de la tierra.
Por fin el caminante avanzó
y solo una lágrima lloró