lunes, 16 de agosto de 2010

En la Capital

En la capital frente a su parque central, la casa de oración, perdón, reflexión y misericordia.


En la capital el alto edificio, símbolo de la economía, en lo más alto,
su gerente se sienta en un trono, 14 millones de razones para ello.


En la capital, personas corren, caminan, discurren huyen, ríen y lloran.

En la capital todo es rápido todo es lento, ofertas se gritan
carteras se roban.

En la capital todo sucede  se venden cucherias, se vende comida y se venden cuerpos.

Cuerpos que se unen, cuerpos sin rostro; se tocan y no se sienten.
Cuerpos que sudan, caras sin faz; se ven pero no se observan.

Cuerpos que se estremecen, se oyen; pero no se escuchan.

En la capital se vende el placer, pero no el amor, miles por placer que estremece solo un cuerpo por unos instantes, jadeo que contamina, sudor invasor que con rencor y hambre es recibido.

En la capital los niños no existen, existen los chapulines.

En la capital no existen los enfermos víctimas de la crueldad blanca de los poderosos, en la capital existen los vagos.

Vagos invisibles, no son humanos, no son personas; son despojos, son motivo de desprecio.

En la capital las personas le temen a las personas, no hay amigos, solo enemigos en cada gesto, en cada vista en cada movimiento.

En la capital se canta, se baila al ritmo del danzón. En la capital se canta la miseria y se baila el baile de la soledad.


En la capital.....