lunes, 8 de junio de 2009

Cuando me enojo

El enojo es sin duda una de los sentimientos del ser humano más fuerte que se posee. Muchos dicen erróneamente que al enojo hay que matarlo, contenerlo o suprimirlo. Dicha propuesta es falsa, irrespetuosa y una verdadera estupidez, suprimir el enojo sería como suprimir el llanto, la risa, la tristeza o la alegría.

El enojo es parte de nuestra vida, con él nacemos y con él nos iremos de esté mundo, por eso en vez de ocultarlo, debemos conocerlo, dominarlo, es cierto que el enojo sin control puede derivar en la violencia. Para evitarlo tenemos que conocernos y amarnos a nosotros mismos, para que no se desboque como una manada en la pradera tenemos que saber cuales son los limites de nuestra tolerancia.

Enojar es catarsis, es purgar el alma del dolor, pero tampoco debemos llegar al grado de encarnar el enojo a nuestro ser, porque sino seremos siempre esclavos de la persona o situación que nos ha provocado .

Enojarse es vivir, es escapar, enojarse es romper cadenas, es amarnos, es darnos nuestro lugar, nada más no llevemos al enojo como nuestro vestido, no lo llevemos como nuestro alimento.

Hipocresía

Hipocresía detrás de un hábito, de una sotana,
hipocresía vistiendo una sonrisa, alabando a Dios,
hipocresía saludando al rico y despreciando al pobre.

Hipocresía al cantar y luego gritar,
hipocresía al caminar y provocar el tropezar,
hipocresía del alma, negrura del corazón.

Hipocresía de lado, de frente
hipocresía que es en la espalda un puñal,
hipocresía que al dar la mano no quieres dar sino robar.

Tu hipócrita, tu falso, ve tu alma en el espejo,
tu mentira viva, mentira andante, el averno por ti clama,
no hieres de acción frontal, hieres solapadamente, cubierto
por la cobarde oscuridad.

Hipocresía es tu signo, es tu marca,
hipocresía tu estirpe maldita, pestilente,
hipocresía llena de hiel, llena de ira.

Tu hipócrita, lo mismo que yo vas a morir,
podrás usar mascara, vestir disfraz, pero
la tierra te ha de reclamar y en la misma
mierda juntos nos iremos a ver.